Cipolletti | Se ampliará la calle Labraña y se redefine el crecimiento de la zona norte

El Concejo Deliberante de Cipolletti aprobó por unanimidad una reforma estructural al Código de Planeamiento Territorial, con el objetivo de adecuar la normativa al crecimiento sostenido de la ciudad y a una dinámica urbana que dejó de concentrarse exclusivamente en el microcentro.

La iniciativa fue presentada por la presidenta de la comisión de Obras y Servicios Públicos, Adriana Dietrich (JSRN), junto al área de Planeamiento Territorial, y propone herramientas para ordenar la expansión urbana, reconocer nuevos nodos barriales y actualizar reglas en sectores clave de la ciudad.

Uno de los puntos centrales de la reforma es la ampliación de la calle Labraña, una traza que en los últimos años se consolidó como un corredor estratégico de circulación, especialmente para el acceso a la ribera. Según explicó Dietrich durante la sesión, el proyecto prevé ensanchar la calzada mediante la cesión voluntaria de terrenos por parte de vecinos, incorporando un bulevar central que permita mejorar la transitabilidad y jerarquizar el sector.

La ordenanza fija nuevas líneas municipales y restricciones al dominio según los distintos tramos de la calle. En el sector este, entre el barrio Labraña y Maipú, se establece una franja de 26 metros hacia el norte y seis metros hacia el sur desde la línea de título, con posibilidad de ajustes en función de construcciones preexistentes. Para el tramo oeste, entre Ruta 22 y el barrio Labraña, la configuración deberá definirse a partir de estudios técnicos y contempla la continuidad de la traza hasta Paso de los Libres.

La reforma también incorpora la Unidad de Gestión 16, que abarca el polígono delimitado por la Ruta Nacional 151, Rimmele e Illia, un sector que presenta condicionantes relevantes como la presencia del gasoducto Neuba I, canales de riego y la influencia directa de la ruta. Allí se avanzará en un Plan Especial que permita ordenar los usos del suelo y orientar el desarrollo futuro.

Dietrich remarcó que el crecimiento de Cipolletti hacia el norte exige planificación específica y herramientas técnicas que acompañen ese proceso. En ese marco, señaló que la ciudad ya no funciona exclusivamente desde el centro, sino a partir de nodos barriales donde se concentran actividades comerciales y de servicios.

En línea con ese diagnóstico, la ordenanza habilita usos comerciales y de servicios en zonas que antes eran exclusivamente residenciales, otorgando marco legal a una realidad ya instalada en distintos barrios, especialmente en el norte de la ciudad.

Además, se amplían las opciones habitacionales: donde antes solo se permitía un comercio asociado a la vivienda principal, ahora también se habilita la construcción de una segunda unidad habitacional, siempre que la superficie del lote lo permita. La medida apunta a acompañar prácticas familiares habituales, como la cesión de terreno para hijos u otros familiares.

En el área central, los cambios se orientan a ordenar el perfil urbano. La normativa redefine que los 40 metros máximos de altura en corredores principales correspondan exclusivamente a uso habitacional, permitiendo que tanques y salas de máquinas se ubiquen por encima de ese límite.

Asimismo, en la zonificación de Centro Comercial se establece como obligatorio el uso comercial-administrativo en planta baja, con el objetivo de preservar la actividad económica y el carácter de servicios del microcentro.

La reforma también alcanza a corredores y barrios históricos como Villarino y calles como Primeros Pobladores, Arenales, Manuel Estrada y Larrosa, donde se consolidó una mayor intensidad de circulación y actividad. En esos casos, el criterio es acompañar el crecimiento existente, otorgando reglas claras para un desarrollo urbano ordenado, con mayor densidad y mejores condiciones edilicias.