Bariloche | Intecnus: ocho años de un cambio estructural en la atención oncológica de la Patagonia

Hasta fines de 2017, cientos de pacientes oncológicos de la Patagonia debían viajar más de 500 kilómetros para acceder a radioterapia o estudios de medicina nuclear. Esa realidad comenzó a cambiar con la puesta en marcha de Fundación Intecnus, que hoy cumple ocho años de funcionamiento y se convirtió en una pieza clave del sistema sanitario del sur argentino.

Ubicado en el predio del Centro Atómico Bariloche, el centro realizó desde su apertura más de 500 mil prestaciones y asistió a más de 1.800 pacientes, muchos de ellos derivados desde Chubut, Neuquén y Río Negro. Con equipamiento de última generación y un crecimiento sostenido de servicios, Intecnus dejó de ser una experiencia piloto para consolidarse como un nodo estratégico de atención oncológica.

El proyecto nació dentro del Plan Nacional de Medicina Nuclear, impulsado en 2009 con la intención de descentralizar tratamientos de alta complejidad y garantizar equidad territorial en el acceso a la salud. En ese marco, Intecnus fue uno de los centros creados para responder a una demanda histórica del interior del país.

Con el paso del tiempo, el perfil del centro se amplió. A los servicios iniciales de Radioterapia y Medicina Nuclear, se sumaron más de veinte especialidades médicas, fortaleciendo el diagnóstico temprano y el seguimiento integral de pacientes oncológicos. Actualmente, alrededor de 25 personas por mes realizan tratamientos de radioterapia en Bariloche, evitando derivaciones a Buenos Aires.

El crecimiento institucional también posicionó a Intecnus en el plano internacional. En 2024, la CNEA fue reconocida como Centro Ancla del programa Rayos de Esperanza, del Organismo Internacional de Energía Atómica, lo que convirtió al centro barilochense en un espacio de formación y entrenamiento para profesionales de América Latina y el Caribe, en articulación con el Instituto Balseiro.

Durante 2025, Intecnus incorporó prácticas de alta complejidad, como la radiocirugía —aplicada por primera vez en pacientes de la región— y estudios avanzados de medicina nuclear, entre ellos el PET CT PSMA para cáncer de próstata. En paralelo, avanza el desarrollo del Laboratorio de Radiofarmacia y el Ciclotrón, que permitirá producir radiofármacos en la Patagonia y reducir la dependencia de Buenos Aires.

Por tercer año consecutivo, el centro obtuvo la acreditación de la Asociación Europea de Medicina Nuclear, y fue distinguido como el primer establecimiento de América Latina en cumplir los más altos estándares de calidad en imágenes metabólicas para patologías neurológicas. Además, investigaciones realizadas por su equipo profesional fueron publicadas en revistas científicas internacionales, reforzando el perfil académico y científico del instituto.

A ocho años de su creación, Intecnus no solo modificó el acceso a la medicina nuclear en la región, sino que consolidó un modelo federal de salud, con impacto directo en la calidad de vida de miles de pacientes patagónicos.